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Errores de malos Networkers

Todo emprendedor sabe -o debe saber- que el networking es esencial para alcanzar el éxito en los negocios. Sin embargo, no todos tienen habilidades innatas para conectarse con otras personas y generar relaciones a largo plazo.




Todos hemos víctimas (o quizás victimarios) de malas prácticas de networking. Alguna vez hemos conocido a alguien que simplemente no agrada en la primera impresión y que no motiva a una segunda interacción. ¿Qué hacen estas personas? ¿Qué errores están cometiendo que les impiden crear contactos? A continuación compartimos algunos de los casos más comunes de terribles networkers. Evita ser uno de ellos:


1. El yo-yo. El networking funciona de manera similar a cualquier otra interacción humana, incluyendo a las amorosas. Al igual que cuando vas a una cita por primera vez, hablar únicamente de ti y de lo interesante que eres no te generará buenos resultados. Cuando hagas un contacto de negocios, comparte sólo la información personal básica y relevante; el resto se trata de escuchar atentamente. Sólo así podrás saber qué le interesa a la otra persona y detectar oportunidades para ofrecer algo útil en el largo plazo.


2. El “sé más que todos” (o creo que sé). El típico sabelotodo resulta especialmente desagradable y contraproducente en el networking. Para crear contactos sólidos tienes que aceptar: 1) que no lo puedes saber todo y 2) que la otra persona puede saber algo que tú no y que te ayude a crecer tu negocio. Nuevamente, escuchar es la clave. Presta atención a lo que te dice tu interlocutor y haz preguntas concisas. Si en algún momento se presenta la oportunidad de demostrar tu expertise, hazlo, pero de forma humilde y sutil.


3. El “me meto en las conversaciones de los demás”. En prácticamente cualquier evento existe el alma solitaria que va de grupo en grupo metiéndose en las conversaciones ajenas, sin propósito alguno. Está bien conocer gente, pero no interrumpir ni incomodar las relaciones de los demás. Intenta presentarte individualmente, o hacerlo cuando empiezan a reunirse después de un break o al final del evento.


4. El de los malos modales. Nunca falta el que te da la mano mojada, habla con la boca llena, se rasca la nariz mientras te escucha o te deja a la mitad de la frase para ir al baño o contestar su celular. Siempre intenta ser agradable, saludar de mano (sólo si están limpias y secas) y evitar cualquier comportamiento de mal gusto. También recuerda que las mujeres y los hombres son iguales y que en los negocios debe entenderse de esa manera, así que evita la cortesía exagerada con el sexo femenino. 


5. El que ignora a quienes no le interesan. Al igual que el sabelotodo, este personaje es bastante soberbio y sólo es amable con las personas de las que piensa que puede obtener algo. No obstante, ten en cuenta que nunca sabes de quién puede venir una gran idea o una alianza para potenciar tu negocio y que tampoco sabes de quién necesitarás ayuda en un futuro.


Una vez, un ex colega que nunca me saludó ni tuvo ningún tipo de acercamiento conmigo me pidió que lo recomendara para un nuevo trabajo vía LinkedIn. Claramente no pude hacer la recomendación, en primer lugar porque no conocía sus habilidades, y en segundo, porque sólo me buscó cuando necesitó de mí. Gran error hacer eso con la gente. 


6.  El “nunca me acuerdo de los nombres”. Una cosa es tener mala memoria y otra es ver a alguien en repetidas ocasiones y no poder saludarlo por su nombre (eso ya es falta de respeto). Esta carencia de atención deja una mala impresión en la otra persona e incluso resulta molesta.

Busca técnicas que te ayuden a recordar; por ejemplo, en las tarjetas de presentación que recibas, escribe una descripción física de la persona que te la entregó y de sus intereses. Recuerda que generar puntos de contacto y encontrar cosas en común es clave para iniciar y mantener relaciones.

7. El “sólo pido (ruego) favores”. Nada peor que conocer a una persona y que en la primera interacción te pida un favor. Esto es muy diferente a tener una conversación de la cual tú o la otra persona puedan tener ideas para ayudarse mutuamente. Si la persona no te conoce es poco probable que te conceda un favor. Mejor, trabaja en la relación y piensa primero qué le puedes ofrecer tú.  

8. El vendedor compulsivo. Un grave error que cometen los emprendedores en el networking es confundirlo con una oportunidad de ventas. No lo es, así que no intentes sacar tu catálogo o hablar de las cualidades de tu producto o servicio. Si logras una buena conexión emocional, es probable que en un futuro se hagan negocios duraderos.

9. El de los chistes malos u ofensivos. El sentido del humor es una herramienta poderosa para romper el hielo y crear amistades. Sin embargo, cuando recién conoces a alguien no sabes si le parecerá gracioso lo que digas o no. Si tu estilo de conocer gente es humorístico, evita a toda costa los chistes racistas, misóginos o de mal gusto. Forzar el humor es una pésima estrategia y puede hacer que la otra persona te bloquee y no quiera volver a conectarse contigo.

10. El “no sé qué hago aquí”. Antes de asistir a un evento o conferencia define claramente cuáles son tus objetivos y establece un plan de acción. Asegúrate de tener un buen pitch sobre ti y a lo que te dedicas, que sea breve y conciso. Conoce bien el tipo de evento y de la gente que asistirá a él; así sabrás sobre qué temas hablar y qué esperar del mismo. Nunca vayas sin prepararte y sin llevar contigo varias tarjetas de presentación (claramente, con un buen diseño y todos tus datos de contacto).

 

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